Will Farrell es uno de los cómicos más populares de los Estados Unidos, aunque nunca ha tenido demasiada suerte en la Argentina, donde la mayoría de sus películas ha sido lanzada directamente en el mercado hogareño.
Si no se estrenaron en las salas locales títulos de gran éxito en el exterior como Ricky Bobby: Loco por la velocidad , El reportero: La leyenda de Ron Burgundy , Policías de repuesto o Hermanastros , era muy difícil que llegara a los cines Everything Must Go , una tragicomedia de producción independiente basada en un cuento del notable escritor Raymond Carver.
El film -que el sello AVH editó aquí como Volver a empezar - es la ópera prima como guionista y escritor de Dan Rush y tiene a Ferrell en la piel de Nick Halsey, ejecutivo de una corporación que en la primera escena es despedido luego de 16 años de labor. Eso no es todo: al volver a su casa, se encuentra con que su esposa lo ha abandonado, ha cambiado la cerradura y ha tirado todas sus pertenencias en el jardín de adelante.
Allí, en un sillón sobre el césped, pasará el atribulado antihéroe (para más datos, alcohólico) los siguientes días, mientras vende o regala sus posesiones y establece particulares relaciones con un simpático y solitario niño (negro y obeso) y con una vecina embarazada recién llegada al vecindario (Rebecca Hall).
Laura Dern (una vieja amiga a la que el protagonista va a visitar) y Michael Peña (un policía que sigue el caso) completan el impecable elenco de este film bello, sensible y al mismo tiempo desolador, que logra traducir en imágenes -aunque más no sea en parte- la rica y demoledora prosa que Carver concibió en el relato original Why Don't You Dance.
Fuente: La Nación.com
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