Terminó ayer la 13ra edición del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, cuya convocatoria masiva llegó a los 300 mil espectadores y un éxito importante en cuanto a la calidad de las producciones proyectadas.
El mismo contó con tres tipos de competencias: la internacional, en la que compiten primeras y segundas películas; la de cine argentino, en la que suele verse una especie de paneo en la producción nacional y cine del futuro.
Cabe resaltar que la película francesa Qu´ils reponsent en révolte (des figures des guerres), de Sylvain George, ganó el premio a la mejor película de la competencia internacional. Este documental, centrado en los problemas de un grupo de refugiados afganos que quieren cruzar de Francia a Gran Bretaña, también obtuvo el premio Fipresci (de la crítica internacional).
De las producciones argentinas, la película que se llevó más halagos fue El estudiante, de Santiago Mitre. Este filme, que se centra en la historia de un joven que llega del interior de la Provincia y empieza una carrera de militante en la UBA, se llevó el premio especial del jurado de la competencia internacional (segundo premio en importancia), además del premio ADF (de los directores de fotografías) y el del Feisal (federación que nuclea a las escuelas de cine).
Por su parte Yatasto, de Hermes Paralluelo, ganó el premio a la Mejor Película Argentina de la competencia internacional, además de quedarse con la coronación de Unicef.
En la competencia argentina, la galardonada fue La carrera del animal, de Nicolás Grosso, que muestra el cierre de una fábrica desde la vista de la patronal y el premio mejor director fue para Román Cárdenas, del filme Las piedras. En la competencia Cine del futuro, donde el Bafici apuesta a mostrar películas con propuestas extremas, la que ganó fue Verano de Goliat, de Nicolás Pereda.
De las producciones argentinas, la película que se llevó más halagos fue El estudiante, de Santiago Mitre. Este filme, que se centra en la historia de un joven que llega del interior de la Provincia y empieza una carrera de militante en la UBA, se llevó el premio especial del jurado de la competencia internacional (segundo premio en importancia), además del premio ADF (de los directores de fotografías) y el del Feisal (federación que nuclea a las escuelas de cine).
Por su parte Yatasto, de Hermes Paralluelo, ganó el premio a la Mejor Película Argentina de la competencia internacional, además de quedarse con la coronación de Unicef.
En la competencia argentina, la galardonada fue La carrera del animal, de Nicolás Grosso, que muestra el cierre de una fábrica desde la vista de la patronal y el premio mejor director fue para Román Cárdenas, del filme Las piedras. En la competencia Cine del futuro, donde el Bafici apuesta a mostrar películas con propuestas extremas, la que ganó fue Verano de Goliat, de Nicolás Pereda.
Fuente: Diario Hoy
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