Esta producción nacional tiene el mérito de abordar desde la mirada inocente de la niñez el terrible capítulo de la dictadura argentina, con la sinceridad de su directora Paula Markovitch.
Aunque el tempo parece a ratos sumido en la parálisis, la propia recreación del ambiente de soledad, abandono y refugio justifican la fotografía en las playas de San Clemente del Tuyú, donde la realizadora argentina radicada en México cuenta su historia.
Aunque el tempo parece a ratos sumido en la parálisis, la propia recreación del ambiente de soledad, abandono y refugio justifican la fotografía en las playas de San Clemente del Tuyú, donde la realizadora argentina radicada en México cuenta su historia.
Cecilia (Paula Galinelli Herzog) se ve obligada de vivir en San Clemente del Tuyú, lejos de Buenos Aires, en una casa desvencijada, con una madre aterrorizada (Laura Agorreca) y un inquieto perro. Ingresar a la escuela de la zona le permitirá hacer amigos.
Pero esta niña de siete años no tiene idea de que su padre probablemente sea uno de los desaparecidos asesinados por la dictadura de los años 1970. Un concurso organizado por los militares en su escuela, será la fuente del conflicto con su madre.
Pero esta niña de siete años no tiene idea de que su padre probablemente sea uno de los desaparecidos asesinados por la dictadura de los años 1970. Un concurso organizado por los militares en su escuela, será la fuente del conflicto con su madre.
En el apartado de cine-debate con la realizadora de la cinta, Oso de Plata por fotografía y diseño de producción en la Berlinale de este año, el público francés y los críticos se mostraron impresionados al conocer el ángulo autobiográfico de la película.
Fuente: Prensa Latina
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