El cine
Prince Charles en Londres está contratando a “ninjas” voluntarios para que los
ayuden a regular el buen comportamiento entre el público.
Se trata de
acomodadores disfrazados en trajes negros que son denominados
"ninjas" por su trabajo sigiloso. En su mayoría son cinéfilos
comunes que están de acuerdo en hacer “guardia” en las proyecciones a cambio de
acceso gratuito. Al detectar a una persona hablando, enviando mensajes de
texto, tirando palomitas de maíz, pateando los asientos, o cualquier otro tipo
de comportamiento grosero, se
acercan sigilosamente para darles una advertencia y seguramente un buen susto.
Aunque el programa pueda parecer
absurdo a primera vista, en cierto modo tiene sentido. El problema no es sólo
que algunos espectadores son bastante ruidosos, regularmente las personas de
alrededor son reacias a enfrentar dicho comportamiento inapropiado de
forma directa.
Para los propietarios del Prince,
tener un pequeño ejército de ninjas dedicado a llamar la atención a esta
gente parece ser una manera
ordenada y entretenida de resolver este molesto problema, y todo esto
sin costo adicional.
Fuente: Acceso 365
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