Si bien en un principio se especuló con que el ilusionista estadounidense David Copperifeld, a quien Welles le produjo su primera aparición televisiva, se habría quedado con la estatuilla, la versión fue desmentida.
“El fue una de las personas que trató de quedarse con el Oscar”, informó Nate D. Sanders, propietario de la casa de subastas.
Filmada en 1941, la película fue candidata a nueve premios, incluido el de mejor película, mejor actor y mejor director, pero sólo obtuvo el de mejor guión original.
Durante varios años, el Oscar estuvo perdido y la Academia de Hollywood le dio otra pieza a la hija del director, Beatrice. La estatuilla original la tenían un camarógrafo que afirma que Welles se la había regalado. Después de un largo proceso judicial, volvió a manos de Beatrice.
Fuente: Clarín.com
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